El sol es el peor enemigo para los cabellos teñidos o con mechas por ello uno de los mejores consejos es poder espaciar la aplicación del tinte, algo que beneficia al estado de tu pelo y también por supuesto, a tu bolsillo.
Para logarlo puedes utilizar un bálsamo fijador del color, un producto que restaura la capa que protege el cabello de las agresiones externas y por supuesto evita las llamadas fugas de color por ejemplo por el agua del mar o la piscina.
La película de estos novedosos productos que crean alrededor del cabello permanece durante varios lavados, motivo por el que sólo deben emplearse una vez a la semana. Aplica el producto tras el lavado, desde la raíz hasta las puntas, y deja que actúe un par de minutos antes de aclarar.
También puedes elegir un bálsamo fijador del color a prueba del agua, expresamente ideado para reducir los efectos negativos de los lavados frecuentes y los chapuzones. Por otro lado los ‘after-sun’ o mascarillas reparadoras es un producto enriquecido con aceites y ceramidas que mantienen el tono del cabello así como acelera su regeneración.
Y por supuesto alterna todos estos productos con la aplicación de mascarillas especiales para cabellos teñidos al menos una vez por semana.
Imagen | nocturnar
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