Identificar los signos y los síntomas que indican que hay algo que no funciona bien dentro de la pareja, aparte de lo sexual, es fundamental para una buena reacción a tiempo y poner medios a una solución satisfactoria.
Señales como la incomunicación, diferencias constantes en las expectativas de uno y otro frente a la relación o temas importantes, el manejo del presupuesto, la expresión de sentimientos y el manejo de los hijos.
Por otro lado, las dificultades en la sexualidad se pueden capear si existe una muy buena comunicación entre ambos y la madurez, inteligencia emocional y paciencia, bañado todo ello en grandes dosis de amor mutuo. Pero en un plazo medio de tiempo, y por un tema de respeto propio y al otro, se ha de reaccionar y corregir.
Para ello, lo primero que debe hacerse es coger conciencia de problema por parte de los dos. Tienen que estar de acuerdo en que algo está fallando y se debe resolver mediante una terapia de pareja.
Además, cada pareja es un mundo. Y cada uno de los miembros de la pareja puede haber tenido una sexualidad muy diferente con parejas anteriores. Y no por ello es mejor o peor. Se debe valorar la historia de cada pareja sexual sin perder de vista los acontecimientos de cada momento, las circunstancias que rodean a la pareja, cuestiones emocionales, físicas o laborales que puedan estar afectando de una manera u otra a esa tendencia.
Puede suceder que para un miembro de la pareja las cosas las vean de distinto modo, bien como algo pequeño o que no le quiera dar importancia, pero si para el otro, sí que es importante será necesario hablarlo y llegar a puntos en común. Si para uno de ellos es importante, es necesario pedir ayuda si solos no han sido capaces de resolverlo.
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