Aunque se caiga en un profundo sueño por la noche hay una parte que nunca duerme y es la piel. Y es precisamente durante las horas nocturnas cuando la epidermis se restaura y pone en marcha sus procesos de regeneración, ya que con la relajación corporal aumenta el riego sanguíneo que nutre la piel y el nivel de hormonas de crecimiento.
Por ello las cremas de noche mejoran todos estos procesos naturales para que te despiertes, cada mañana con una piel perfectamente lisa, suave y descansada.
Sus varios los beneficios que aportan las cremas de noche, como por ejemplo que permanecen más tiempo sobre nuestra piel, lo que prolonga la duración de sus efectos.
Debido a las exposiciones de la piel a los rayos solares, las cremas de día deben evitar principios activos, como la vitamina C, que a pesar de su eficacia, son fotosensibilizantes. Las cremas de noche, en cambio, pueden incorporarlo sin problema.
Aumentan la firmeza de la piel, ya que la síntesis de colágeno y elastina, las fibras que mantienen la piel tensa y lisa, alcanza su punto ágido de madrugada, un beneficio que las cremas de noche potencian con ingredientes como el retinol.
Y además, mejoran la calidad del sueño ya que muchas de estas cremas incluyen activos como la lavanda, que aumentan la relajación de la piel y favorecen el sueño reparador.
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