Acero puro es el nuevo filme de ciencia ficción protagonizado por Hugh Jackman. El director es Shawn Levy (Noche loca, Doce en casa), y por eso seguro que enfatizará el contenido familiar del relato y convertirá lo que podría ser la odisea de un boxeador fracasado en un filme de efectos especiales a lo Transformers.
En Acero puro, que de todas formas pinta ciertamente espectacular, seguimos al ex boxeador Charlie Kenton, que dedica su vida a construir robots para combates de segunda categoría. Cuando tiene que hacerse cargo de su hijo, ambos se plantean salir del segundo plano y volver a combatir como se debe: combatiendo a lo grande.
Julio Soto
Esto de los «transformers» es curioso, porque parece repetirse el mismo fenómeno que ocurrió con el «morphing» a principios de los noventa.
Al principio era un efecto muy caro que sólo se empleaba en producciones notables (Willow lo inauguró en el 88 y T2 lo elevó a la cúspide en el 91) pero, pasado un tiempo, su uso se abarató, se extendió y se banalizó su uso. De hecho, a finales del 92 ya estabamos cansados de ver ceniceros convirtiéndose en elefantes y similares.
Lo mismo sucede con el software para crear este tipo de robots metálicos. Al principio se usó en grandes producciones pero, una vez amortizado el software y la técnica, se opta por usarlo en producciones menos ambiciosas. Algo así como «transformers para las masas».
Un saludo.
Juanma González
Cierto. Vamos, que de todo éxito, incluso de un filme como Transformers, surgen imitaciones. Tampoco es que ésta vaya a ser peor, cuidado. Igual resulta un filme decente.
Aprovecho para decir aquí que me ha gustado mucho el primer avance de Transformers III, recuerda al primer teaser de la primera película, pero más narrativo. Personalmente eché de menos a Bay en los espectáculo-petardo de este verano. Lo que anima las cosas este señor.