La diferencia entre las intenciones y los resultados en las dos primeras películas de director Óscar Rojo es abismal. El realizador pretende denunciar en sus cintas la violencia y la corrupción moral de la sociedad actual, aunque solamente logre ofrecer aquello que trata de criticar: sexo, violencia y morbo. Le ocurrió en ‘Brutal Box’, una ópera prima donde intentaba denunciar los males de Internet, y le vuelve a pasar en ‘Omnívoros’, una cinta que arremete contra una sociedad donde el dinero lo puede todo.
El filme sigue los pasos de un prestigioso crítico gastronómico que recibe el encargo de una editora para que escriba un libro sobre restaurantes clandestinos. Poco a poco, se irá introduciendo en el ambiente hasta descubrir un exclusivo círculo de gente pudiente donde se sirve carne humana.
Este increíble argumento está servido con la menor sutilidad posible. A la menor oportunidad, el realizador se regodea en la sangre, los descuartizamientos del particular carnicero humano y los desnudos sin exigencias del guion de algunas de sus protagonistas femeninas. Eso sí, todo está mostrado con excesiva solemnidad, aunque lo único que provoque sea risa involuntaria.
No ayudan demasiado unas interpretaciones excesivamente impostadas. Especialmente terribles resultan los trabajos de Mario de la Rosa, inexpresivo como el crítico gastronómico protagonista, y Paco Manzanedo, risible en el papel de matarife. Por si fuera poco, el apartado técnico tampoco destaca precisamente, aunque la factura sea algo superior a la de la ópera prima de Óscar Rojo, ‘Brutal Box’.
En resumen, ‘Omnívoros’ es un espectáculo bochornoso e hipócrita que puede avergonzarse de ser una de las peores películas españolas de 2013.
Título: ‘Omnívoros’
Director: Óscar Rojo
Género: terror.
Duración: 90 minutos
Fecha de estreno en España: 20 de septiembre de 2013.
Intérpretes: Mario de la Rosa, Fernando Albizu, Paco Manzanedo, Marta Flich, Celine Tyll, Rebeca Moreno, Ismael Fritschi.
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Luke Weinberg
He visto la peli esta semana y es bastante mala. Da la sensacion de ser una buena idea en manos de un equipo inexperto. Por donde empezar? Que sitio mejor para hacerlo que el principio, que ya es bastante malo. La madre moribunda resulta irrisoria (corta interpretacion, pero bien mala). Ella y el niño canibal parecen mas una excusa obligada para lo que se va a contar luego que un antecedente que vaya poniendo las cosas en su sitio. El protagonista principal es de carton, es muy malo, parece un robot. Muestra el mismo nivel de emocion y de interes andando por la calle que masticando carne humana. El guion es demasiado simple y obvio donde todo se ve venir. Multiples detalles son increibles o muy poco pensados, como que la editora deje dos mensajes en el telefono de alguien a quien no conoce pidiendo una llamada de retorno y no deje ni siquiera su telefono, el que haya que creer que en la cena final alguien se puede pasar toda la cena escondiendo la comida en una servilleta, que la inyeccion de veneno de fugu a la victima sea suficiente para matar a todos sin causar sospechas (la victima habria muerto con similares sintomas causando sospechas), que sea tan sencillo de repente conseguir entrar en un grupo de antropófagos, etc, etc. El papel de la actriz que encarna a la que se enrolla con el protagonista, que eso sí, está bien buena, es totalmente artificioso, no tiene desarrollo alguno y no justifica de ninguna manera el que considere que ha de invitar al protagonista al grupo. En fin, un montón de detalles que muestran en definitiva, una buena idea, pero muy mal desarrollada. La buena noticia es que supone una mejora signficativa sobre Brutal Box, película (por llamarla algo) patética donde las haya. La sensacion que deja es que quizá el cineasta haría mejor en aportar la idea original a guionistas y directores profesionales que hicieran el resto del trabajo. Otra cosa muy obvia es que la pelicula no resuelve. Parece que el director/escritor, una vez llegado al climax, que es la participacion en la cena canibal, no sabe bien como concluir de forma original o inteligente y adopta una solución rápida y pueril: pues ahora los mato, por malos. Todo muy amateur