El remake de Starship Troopers promete dos novedades fundamentales respecto al film de Paul Verhoeven. Por un lado, más fidelidad a ‘Tropas del Espacio’ de Robert Heinlein. Por otro, y eso no nos mola, mucha menos sangre y vísceras. En realidad a los que hayan podido leer la novela (descatalogada en nuestro país desde hace ya lustros según tengo entendido) esta noticia no les sorprenderá, ya que el texto navega más en las aguas del discurso político y social que en la guerra explícita con las Chinches.
Esta aseveración corre a cargo del productor Toby Jaffe, que en una entrevista ofrecida a Empire, renegó abiertamente de la violencia en esta nueva versión. Al mismo tiempo, abogaba por incluir muchos más elementos –como los ‘trajes de salto’-, discursos –dando más relevancia a personajes con grandes ‘speeches’ en la novela-…. El miedo a que el film pueda ser catalogado con la famosa ‘R’ atenaza a Jaffe, que se justifica de este modo:
«Cuanto más cara es una película, más difícil es hacer que sea violenta»
Y lo compara con la inminente Desafío Total, donde también participa.
«Con Desafío Total en particular, hemos hecho una elección consciente para mantener su tonalidad más cerca de ‘Minority Report’. Le da al estudio, y a nosotros como productores, la oportunidad de volver a presentarla de una manera nueva»
El guión ya está preparado, lo han escrito a cuatro manos la dupla Ashley Edward Miller y Zack Stentz, especialistas en la ciencia ficción (‘Thor’, ‘X-Men: Primera Generación’ o las series ‘Fringe’ o ‘Las Crónicas de Sarah Connor’)
Lo que parece evidente es que tendremos una oportunidad de ver la famosa obra de Heinlein de nuevo en la gran pantalla. Tachada de fascista en su día, es un ‘sanbenito’, con el que, tanto la novela como el autor, han cargado toda la vida. Sin esconder su vertiente abiertamente militarista, pone en liza planteamientos básicos de responsabilidades (y funcionalidades) sociales y políticas que pueden hallar su génesis en la propia Democracia griega. Es decir, el poder se elige mediante el voto, pero el derecho a voto no es gratuito, hay que ganárselo. La diferencia crucial entre ‘civil’ y ‘ciudadano’ quedará más clara que nunca. Independientemente de la ideología de cada uno, resultará siempre interesante asomarse a la visión de ese futuro utópico de Heinlein, siempre dará pie a una tertulia o debate posterior sobre política, cine y literatura. ¿Acaso existiría la primera sin las otras dos?
Fuente | Empire
Julio Soto
Leí la novela tardíamente, hará unos diez años. Culpa mía porque un amigo mío llevaba desde mi adolescencia poniéndomela delante de los ojos y yo no le prestaba atención.
Lo que encontré fue un texto que poco o nada tenía que ver con la película de Verhoeven. En él se nos relataba el estilo de vida de los militares, con una estética y óptica propia de mediados del siglo pasado, aunque ambientado en un futuro.
En la novela se dejaba caer que la humanidad estaba a leches con unas razas extraterrestres (no recuerdo si una o varias), pero apenas se aportaban datos sobre los mismos, las batallas o los avances. En su lugar la narración era siempre desde la perspectiva del protagonista, su formación militar y su opinión respecto a lo que era el ejército y cómo funcionaban sus estamentos. Aventuras o acción, poquitas. Al menos, es lo que la memoria me devuelve.
Recuerdo que a Heinlein se le iba la pinza filosofando sobre el ejército y la sociedad, llegando a soltar auténticos discursos aburridísimos (al menos para mí lo fueron). Incluso recuerdo un pasaje del libro en el que el protagonista decide explicarle al lector cómo está organizado el ejército (batallones, brigadas y cosas por el estilo, pues hablo desde la ignorancia), logrando la descripción más aburrida, larga y detallada que he leído jamás. Varias páginas pormenorizando una estructura arborescente punto por punto, con nombres y cantidades. Leer una guía telefónica tenía más interés que aquello.
También recuerdo dos curiosidades. Una, que en la contraportada del libro se explicaba que el texto era catalogado erróneamente como un panfleto militarista cuando en realidad, y siempre según la persona que había escrito aquel comentario, era una caricatura del mismo. La razón era que Heinlein exageraba y exaltaba tanto, tanto, tanto el estilo de vida castrense que estaba haciendo lo mismo que los dibujantes cuando dibujan caricaturas, es decir, exagerar y desproporcionar aquellos atributos que más lo distinguen. Al parecer, la experiencia militar de Heinlein y la necesidad de abandonar el ejército por problemas de salud esconderían algún tipo de rencor.
La segunda curiosidad es que, en los foros de Internet, el texto era considerado simple y llanamente un alegato fascista en donde Heinlein dejaba salir una vena de derechas que daba miedo.
Extrañamente, y poco antes de morir, el mismo autor se marcaría una novela, «Viaje más allá del crepúsculo», en donde el incesto, el sexo sin límites y los viajes en el tiempo eran algo normal. Algo difícil de asumir en un autor en principio tan de derechas y, por ende, conservador.
Sinceramente, no sé si este remake es una buena o una mala noticia.
Un saludo.
David Fernández
Buenas Julio.
En realidad, esa corriente generalizada a la hora de tachar a Heinlein de fascista siempre me ha parecido, cuanto menos, peligrosa. El detalle de “Viaje más allá del crepúsculo” puede ser esclarecedor; sin embargo, contrasta con los alegatos de enaltecemiento militar y las ideas muy bien trabajadas (desde ese punto de vista) de esta novela. En resumen, estoy como tú, no sé qué pensar, pero me decantaría por imaginar que Heinlein no era un extremista de convicción de ningún modo.
Tengo amigos de ideologías políticas opuestas que han disfrutado muchísimo con ‘Tropas del espacio’, y ambos coinciden en que los discursos es de lo más alabable del texto, no sé, yo tampoco soy un experto en la materia :)… Quizás recuerden a los que aparecen en las secuelas de la saga literaria de Ender.
Yo creo que hacer el remake dejando de lado a la raza invasora (residual en el libro) puede tener complicaciones, sobre todo de distribución. Pero vamos, que yo no me termino de creer que se elimine demasiado las dosis de hemoglobina.
Dicho esto, a mí la de Verhoeven me gustó. Ahí lo dejo…
Un saludo