Teniente corrupto demuestra que la fiebre de los remakes afecta incluso a un cineasta tan inclasificable e indomable como Werner Herzog. El alemán parte de un filme homónimo, rodado por Abel Ferrara en 1992 y protagonizado por Harvey Keitel, para hacer su propia versión de la historia de una policía toxicómano y vicioso. Si en el filme del autor de ‘El funeral’, la trama estaba ambientada en Nueva York y contenía numerosas referencias al concepto de culpa católico, Herzog sitúa la trama en la Nueva Orleans de la época post-Katrina y convierte su largometraje en un extraño viaje a la locura con algún momento realmente psicodélico.
La elección del actor protagonista de Teniente Corrupto en cada uno de los casos también supone un cambio de tono en cada una de las cintas: Keitel conseguía mostrar un interiorizado dolor, mientras que Nicolas Cage, protagonista de la versión de Herzog, pone de manifiesto que el histrionismo puede ser otra forma de reflejar la deriva vital. Le acompañan en el reparto Eva Mendes, con la que ya trabajó en ‘El motorista fantasma’, y un avejentado Val Kilmer, entre otros.
Teniente Corrupto sigue los pasos de un policía de Nueva Orleans con adicción al juego, la bebida, las drogas y las mujeres que se dedica a investigar un brutal caso de violación.
En Notas de cine | Teniente corrupto, tráiler en inglés
Fuente | Aurum