La Dispareunia, o dolor en algún momento del coito, puede afectar a la mujer tanto al comienzo de la penetración como ya durante la misma. Conocida también como Coitalgia, las causas suelen ser, generalmente, orgánicas, ya sea por enfermedad o por características físicas de su aparato reproductor.

Así, entre dichas causas podemos encontrar la existencia de alguna infección vaginal, una reacción alérgica al látex del preservativo, haber retomado el sexo muy pronto después de un parto, que exista poca lubricación debido al consumo de medicamentos, etc.

Por otra parte, esta disfunción sexual tiene, en algunos casos, una base psicológica, cuando por determinadas circunstancias nace en la mujer rechazo hacia su amante, o hacia el acto sexual en sí, pudiendo tener como consecuencia la ausencia de lubricación vaginal, con el consiguiente dolor al intentar la penetración. Hay que aclarar que no se debe confundir Dispareunia con Vaginismo, el cual consiste en el cierre involuntario de los músculos de la vagina imposibilitando, entonces, realizar el coito de forma placentera y cuyo origen es casi siempre psicológico.

Respecto al momento en que el dolor aparece, encontramos casos en los que las molestias se producen ya con el intento de penetración, o en los que éstas llegan cuando el pene se encuentra ya dentro de la vagina. Puede manifestarse tanto en ardores, punzadas o en una creciente picazón. Es muy importante acudir al médico en caso de notar que algo no va bien, para así conocer cuanto antes sus causas y el tratamiento adecuado. No es conveniente dejarlo pasar por muy leve que nos parezca, pues corremos el riesgo de empezar a evitar inconscientemente cualquier tipo de acercamiento sexual.

Para prevenir lo mejor es cuidar con esmero la higiene de nuestros órganos sexuales, intentar siempre que la estimulación vaginal sea suficientemente intensa como para realizar el coito satisfactoriamente, o usar lubricantes adecuados si es necesario, y practicar el sexo seguro para evitar enfermedades de transmisión sexual.