El caso es que en muchas especies de pájaros por ejemplo, el macho es el que se contonea y danza alrededor de la hembra en el ritual del cortejo previo apareamiento y vaya que está capacitado para hacerlo muy bien. En el caso del ser humano la cosa parece marchar al revés y es la mujer la que seduce al hombre con sus movimientos siempre estéticos y acompasados.
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