Se dice que a medida que uno se enamora de otra persona, va perdiendo cada vez más y más control sobre sus sentimientos. Por supuesto que eso no tiene porqué ser algo malo, de ahí lo maravilloso que es enamorarse, con todo lo nuevo e incierto que conlleva. Pero a veces, nos arrepentimos de lo mucho que nos hemos dejado llevar por ellos, cuando somos conscientes del dolor que nos ha provocado la imposibilidad de manipulación del sentir y de la falta de control sobre ellos.
Puede que el ser humano tenga dos clases de mentes: una de ellas es la piensa, mientras que la otra es la que siente. Quizás la mente racional sea la que ajuste, censure y controle todo aquello que proceda de nuestras emociones; y la mente emocional sea la que de alguna manera nos «alimente». Puede que gracias a la mezcla y unión de estas dos mentes, podamos conocernos a nosotros mismos, y al mundo en el que vivimos.
Las mentes emocionales son controladas por sentimientos, emociones, pasiones… ¿Pero qué los diferencia a unos de otros?:
- Las emociones son estados de ánimo breves, de aparición brusca y que va acompañada de reacciones fisiológicas, como por ejemplo, palpitaciones, nerviosismo o palidez. Todo estado de ánimo puede desencadenar una enfermedad, en el caso de las emociones se produce la angustia (sensación de miedo sin saber a qué se tiene miedo).
- Los sentimientos son estados habituales por los que pasa la afectividad, perdurables en el tiempo y dejan huella en la memoria y el pensamiento. Su intensidad es poco inferior a la de la emoción. Forman parte de nuestra personalidad y la modelan. Hay sentimientos positivos, como por ejemplo el amor, y sentimientos negativos, como puede ser el odio.
- La pasión es un estado de ánimo que se caracteriza por tener la intensidad de la emoción y la duración del sentimiento. Es un tipo de afecto intenso y permanente, que domina tanto a la razón como a la voluntad. En su desarrollo se puede llegar a lo patológico, y que la pasión se convierta en obsesión (como unos celos extremados).
Dicen que para ser capaces de controlar nuestros sentimientos, el primer paso es conocerse a uno mismo, y poder estar seguro de qué se siente en cada momento. También cuentan que para ser capaces de controlar nuestras emociones, debemos tener poder sobre nosotros mismos: tener la capacidad de tranquilizarnos, de liberarnos de la ansiedad, de la tristeza, de la inestabilidad, etc.
Además, se recomienda ser capaces de motivarnos a nosotros mismos, ya que el control de la vida emocional resulta esencial para la motivación y la creatividad. El poder reconocer las emociones de otros, la empatía, es una gran habilidad que indica que necesitan o que quieren los demás, y esta capacidad da una gran apertura hacia las relaciones sociales.
A pesar de todo lo dicho hasta ahora, considero fundamental el hecho de tener el valor para actuar, ser y sentir, sin ningún tipo de miedos. Uno tiene que tener la actitud y la motivación suficientes para hacer y vivir una vida plena sin barreras mentales, y aún menos emocionales. Pero aunque los impulsos emocionales de cada individuo pueden ser difícilmente evitables, está demostrado que pueden modificarse y reconducirse, aprovechando su fuerza en el sentido conveniente para generar bienestar individual y social.
Imagen | flickr
manofkindness
Muy de acuerdo con la idea que se expone, podría decirse que haríamos muy bien en dejar que fluyan desde nuestro interior las ideas racionales que verdaderamente sentimos, desechando aquellas normas o reglas sobre lo que está o no bien que no sintonizan con nuestra forma de ser.
Una buena línea de referencia sería la convivencia con personas que nos permitan alcanzar un equilibrio entre las normas, que deben estar en armonía con el grupo y, al mismo tiempo, deben ser aceptadas desde nuestro interior. Este último factor es el que nos permite lograr el bienestar.
Xtynat
Estupendísimo comentario: totalmente de acuerdo contigo.
Además, opino también que todo debe ser aceptado desde nuestro interior. Pero tan importante como eso, es «el hecho de tener el valor para actuar, ser y sentir, sin ningún tipo de miedos.» Considero que hoy en día hay un altísimo número de personas, que no logran un bienestar (ni felicidad) por las barreras mentales y, como bien dices, por no aceptar ni aceptarse.
Un saludo!!!
yohana
esto esta magnifico….. felicidades
yohana
esto esta magnifico…. felicidades…
Xtynat
Muchas gracias Yohana, me alegro mucho de que te gustara.