Sobre todo a partir de los 40, las mujeres empezamos a notar ciertos cambios en nuestro organismo, algunos desarreglos en la menstruación, engordamos un poco más, sobre todo en el abdomen, y prácticamente son los primeros síntomas del llamado climaterio.

Todos estos síntomas son culpa del descenso de las hormonas, ellas son las culpables del cambio de humor, peso, grasa abdominal y así influyen en el día a día.

• Estrógenos. Su descenso produce sofocos, palpitaciones, malestar, sequedad, irritabilidad y alteraciones del humo.

• Progesterona. Su descenso es más acusado en la premenopausia. Entre otras cosas, interfiere en el deseo sexual.

• Dhea. Los estudios apuntan a que su nivel en sangre predice el ritmo de envejecimiento. A mayor presencia, más lento.

• Melatonina. Es la hormona del envejecimiento por excelencia. También afecta a la calidad del sueño.

• Testosterona. Influye en nuestras tristezas, alegrías y antojos. Suele ser responsable de que nos saltemos la dieta.

Sin embargo para contrarrestar estos descensos de hormonas, con una buena alimentación puedes anular muchos de estos síntomas. Como puede ser una alimentación rica en fitoestrógenos, más calcio y vitamina D y, más vitaminas del grupo B.

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