Dormir bien es sinónimo de salud, toda la ciencia lo avala, pero dormir no implica descansar. Podemos pasar horas en la cama y levantarnos con todos los huesos molidos.
Dormir bien y en el horario apropiado, en la Medicina Tradicional China, es fundamental para la salud de todos los órganos del cuerpo, porque es, en el sueño profundo, cuando el hígado y la vesícula biliar, en absoluto descanso y desconexión del aparato motor, almacenan la energía necesaria para la actividad de la jornada venidera y recarga el sistema de defensas.
El horario propicio para dormir sería entre las 11 de la noche y 7 de la mañana o entre 22’00 y 6’00 H , en función de la hora del amanecer.
Eve Van Cauter, directora de la investigación, afirma que “solo tres días de sueño ininterrumpido son suficientes para incrementar la resistencia a la insulina”. Este estudio demuestra también, que el sueño corto y de poca calidad, está asociado con la obesidad a cualquier edad, porque se creía que esta relación, disminuía con los años.
“Dormir poco y mal es factor de riesgo para el desarrollo de diabetes y sobrepeso”, según investigaciones de científicos de la Universidad de Chicago, EEUU; y que se han dado a conocer en el Encuentro de Biología Experimental celebrado en Nueva Orleáns.
La imposibilidad de adaptarse a los ritmos naturales del cuerpo, puede ser una de las causas de la aparición de enfermedades autoinmunes, alergias, etc. que nos acosan, en este momento histórico.
Muchas personas que sufren insomnio y que acostumbran a irse a la cama a altas horas de la madrugada, pueden probar a acostarse a las 10 de la noche y experimentar que pasa, ¡a lo mejor se llevan una sorpresa!
Dormir bien, es sinónimo de salud, de belleza, de tranquilidad y de bienestar personal, así que bien vale la pena hacer un esfuerzo e intentar dormir, que es cosa sagrada, en el horario propicio para descansar.
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