Si tienes los párpados inflamados el mejor remedio es la amapola. Aplicar con una gasa esterilizada infusión amapola, a razón de 3 g por vaso de agua, mejora el tratamiento de la blefaritis, un trastorno que provoca la inflamación y el enrojecimiento de los bordes de los párpados. Haz la prueba y aplica el líquido, después de filtrar a través de un paño limpio, con una gasa estilizada dos o tres veces al día.
Los colirios de Eufrasia son mano de santo, ya que desde el s. XIV se creía que la Eufrasia curaba el mal de ojo y clarificaba la visión. Hoy en día, está fuera de toda duda la capacidad del colirio a base de esta planta, que puede encontrarse combinado con manzanilla y hamamelis para combatir los primeros síntomas de la conjuntivitis, las reacciones alérgicas o los párpados hinchados.
Por otro lado, si tienes fatiga ocular las compresas y lavados oculares, que se preparan hirviendo durante 10 minutos, 100 g de meliloto en medio litro de agua mineral, son un excelente remedio a la hora de atenuar las ojeras y combatir las bolsas de los ojos. Por su acción antiinflamatoria y refrescante, el meliloto te ayudará a conseguir una mirada más descansada y un especial brillo en tus ojos.
Ojo con el síndrome del ordenador. Ya que un gran número de personas que pasan más de ocho horas frente a la pantalla del ordenador sufren enrojecimiento de los ojos, sequedad, escozor y cansancio ocular. Es el denominado síndrome del ordenador.
Para proporcionar alivio a tus ojos, mezcla en un tarro aciano, Eufrasia y saúco a partes iguales y prepara una infusión añadiendo dos cucharadas soperas de este cóctel herbal a un vaso de agua hirviendo. Deja que repose un par de minutos y filtra. Una vez frío, filtra, embebe dos gasas en el preparado y date suaves toques sobre cada ojo, con los párpados cerrados.
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