“Mi hijo de 14 años tiene gonorrea”, “mi hija de 12 años tiene una infección por clamidia en la garganta”, dos de las quejas que unos padres de familia pusieron al director de una prestigiosa institución educativa., días después la noticia en los telediarios fue la siguiente: “Hace unos días algunos padres de familia de un Prestigioso colegio, fueron alarmados por las autoridades de salud, dado que iniciaron una investigación de la epidemia de enfermedades de transmisión sexual dentro de la institución donde sus hijos estudiaban; algunos de los muchachos habían estado enfermos y fueron diagnosticados con gonorrea, clamidia y algunas otras enfermedades de transmisión sexual y se estaban realizando pruebas para descartar la infección por VIH. El ministerio de salud inicio la investigación al ver reflejado en las estadísticas que en las ultimas semanas el promedio de estudiantes pertenecientes a dicho colegio era bastante alto y además quienes manifestaban algún tipo de sintomatología estaban entre los 11 y los 17 años”
Cual seria la sorpresa de padres, directivos y docentes al encontrarse con una investigación de salud por ser escenario de un posible brote de enfermedades de transmisión sexual. Al ser interrogadas las directivas manifestaron no entender que había sucedido y manifestar que los valores y la educación que impartían era intachable, los maestros explicaron el manual de convivencia, donde aparentemente las reglas y normas de la institución eran bastante estrictas y no daban lugar a pensar que dentro de las actividades académicas que se realizaban se estuvieran generando, propiciando o permitiendo encuentros sexuales dentro de los estudiantes, o entre estudiantes y maestros.
Sin embargo la epidemia latente y creciente era una manifestación clara de situaciones que no estaban muy claras y de las cuales los muchachos diagnosticados no querían hablar abiertamente. Ante esta situación y no encontrar ningún hecho que revelara el inicio de la cadena epidemiológica, los investigadores médicos, decidieron iniciar visitas individuales con cada familia, y cada una de las personas que tenían contacto con la comunidad educativa, el descubrimiento no pudo ser mas alarmante, pues identificaron a plenitud la causa de la situación, los muchachos de los grados 6 a 11, quienes tenían edades entre 11 y 17 años, habían establecido dos años atrás a través del consejo académico la formación de grupos de estudio y apoyo cultural, los cuales se reunían periódicamente.
Dichas reuniones como se iba a descubrir después inicialmente contaban con agendas de desarrollo académico, apoyar en métodos de estudio, mejorar habilidades vocacionales, identificar destrezas, sin embargo en algún momento iniciaron una serie de penitencias o castigos a quien no lograba el nivel esperado por el grupo y dentro de estos castigos rápidamente se involucraron situaciones de alto contenido sexual, según los muchachos inicialmente eran cosas muy inocentes como quitarse alguna prenda de vestir, o dar besos en la boca de sus compañeros, sin embargo poco a poco los castigos fueron perdiendo su encanto y migraron a expresiones sexuales abiertas, donde se pedían desde fellaciones, hasta juegos eróticos explícitos.
Poco a poco se empezaron a dar penetraciones y aunque inicialmente eran en pareja, poco tiempo después empezaron a experimentar las relaciones en grupo y hasta la multiplicidad de parejas en cortos periodos de tiempo.
Los grupos se tornaron en actividades de encuentro sexual y no de carácter académico, sin embargo al parecer ni padres, ni docentes, ni directivos se daban cuenta de la situación, estas reuniones no eran precedidas por ningún tutor y estaban a cargo de los muchachos del grado mayor, quienes decían necesitar ganar en responsabilidad y manejar y coordinar este tipo de reuniones les permitiría hacerlo.
El tipo de practicas que se detectaron en estas reuniones son diversas las entrevistas llevaron a detectar varias practicas, según los adolescentes implicados, se planteaban en cada reunión diversidad de actividades y de retos que les permitían ir siendo parte del grupo, si alguno se negaba simplemente se le excluía y perdía privilegios en su vida escolar cotidiana, como pertenecer a ciertos grupos o compartir sobre determinados temas. Este grupo se sentía especial y creo una identidad que implicaba una cultura centrada en la exposición sexual plena y sin limitaciones.
Las actividades planteadas al parecer empezaron con un juego inocente de intercambio de besos, al parecer según narra, Maria, una de las jóvenes que manifestó síntomas claros de gonorrea, en algún momento querían probar como eran los diferentes tipos de besos, así que alguien decidió copiar algo que había leído de un periódico argentino denominado “Fiestas del Dólar, donde a través de un pago en dinero se subastan o intercambian besos, teniendo como objetivo ganar dinero con cada beso que se proporcione, así quien pudiera obtener la mayor cantidad ganaba el juego y obtenía algunos beneficios adicionales, el primordial poder definir la siguiente actividad sexual que iba a ser explorada, pues según estos jóvenes quien mas dinero obtenía era el mejor besador o tenia una técnica especial y esto implicaba que podía determinar cual seria el juego de la siguiente reunión.
rápidamente los besos y la subasta de estos se convirtió en practicas de sexo oral, donde las chicas se desafiaban y debían hacer fellaciones a varios de los muchachos que allí asistían, al final ellos decidían quien era la que lo hacia mejor. Así fueron ascendiendo en las prácticas y poco a poco las reuniones se convirtieron en fiestas para tener y experimentar diversas técnicas sexuales, además empezó a entrar el alcohol y la droga como elementos usuales y que les ayudaban a relajar en el proceso.
También crearon su propia Web para publicar fotos y nuevas ideas y según ellos para mantenerse en contacto permanente, estos jóvenes manifiestan no encontrar ningún problema en lo sucedido y dicen no entender como pudieron contagiarse de 2 o 3 infecciones sexuales.
Al preguntarles además sobre como evitaban los embarazos, la sorpresa fue mayor pues manifestaron que algunas de las chicas efectivamente se habían embarazado pero que a través de un amigo de alguno de los participantes tenían acceso a sitios donde solucionaban el problema,
La situación fue abordada a través de charlas, muchos de los jóvenes fueron cambiados de colegios y la institución esta bajo investigación de la entidad correspondiente, sin embargo queda sobe el tapete, la fácil exposición que los adolescentes hacen al inicio en practicas sexuales y como pueden estas afectar el desarrollo normal tanto de la personalidad como de la identidad sexual.
Arnaldo
Me parece que el último párrafo de este artículo debió decir «desarrollo saludable» en lugar de «desarrollo normal» de la persolaidad e identidad sexual. Es mejor así porque mientras hablamos de salubridad (y no de normalidad) estamos preocupándonos por questiones objetivas sobre la seguridad del joven. No queremos que incurra en x o y prácticas porque las mismas llevan a enfermedades. Por otro lado, cuando hablamos de normalidad estamos imponiendo al joven que un concepto que siempre es inventado por nosotros. Lo que es «normal» en una cultura no lo es en otra, la «normalidad» es un la ilusión de la comunidad y no una verdad objetiva que deba ser usada para regular la conducta de nadie.
irvin
pregunta..¿Que enfermedad sexual sera la que tengo, ya que tengo varios meses que me sale sangre de la garganta y cuando despierto en las mañanas tengo demasiado reseca la garganta
ERICKA
que tonto, confundir el estudio con el sexo, precisamente para eso estudiavan como no poder darce cuenta de ese tipo de infecciones estamos en el siglo xx y que un adolecente no sepa eso es patetico.
Antonio Flores
estamos en el siglo XX y que Ericka no sepa escribir me da vergüenza q alguien no sepa eso es igualmente de patético.