Al llegar a casa después de un largo día de trabajo a todos nos gusta quitarnos los zapatos y caminar un poco descalzos para aliviar la tensión que sufren los pies durante todo el día. Cuando llega el verano y volvemos a la playa, la sensación de tocar la arena y el agua de mar con los pies descalzos parece que nos hace revivir sensaciones y alegrías pasadas.
Con la llegada de los zapatos, las personas dejamos de andar descalzas y solo lo hacemos en contadas ocasiones, pero andar descalzo puede aportarnos un montón de beneficios que estamos desperdiciando día a día
Caminar descalzo es muy bueno porque nuestros pies tienen un montón de terminaciones nerviosas que se estimulan al caminar descalzos, además de activar la circulación y los puntos de energía.
Lo ideal es caminar descalzo al menos una hora al día, sobre todo en entornos naturales como arena o césped, pero si vives en una ciudad también puedes hacerlo por el suelo de tu casa. Las personas estamos diseñadas para andar descalzas por eso andar sin zapatos fortalece los pies y mejora la circulación.
Beneficios de andar descalzo
Los humanos estamos diseñados para permanecer de pie y andar descalzos por eso andar descalzo puede aportarnos los siguientes beneficios:
- Andar descalzo ayuda a aliviar las tensiones de los pies después de permanecer todo el día dentro de los zapatos
- Andar descalzo en la arena masajea los pies y activa la circulación
- Andar descalzo da fuerza en los músculos de las caderas y piernas mejorando el equilibrio y la forma de andar
- Andar descalzo nos ayuda a liberarnos de las fuerzas positivas que se acumulan al caminar con zapatos y no estar en contacto con la tierra
- Andar descalzo mejora la transpiración de los pies
- Andar descalzo amortigua la pisada y hace que nos cansemos menos
- Andar descalzo mejora la circulación sanguínea
- Andar descalzo te ayuda a calmar la ansiedad y el estrés
- Andar descalzo te ayuda a no tener los talones agrietados
- Andar descalzo te ayudará a prevenir futuros dolores de espalda
Pero como todo en exceso es malo, andar descalzo todo el día tampoco es bueno porque la piel del pie estará desprotegida y más expuesta y es casi seguro que se reseque con mayor facilidad. El contacto con el suelo también hace que nuestros pies estén en contacto con los gérmenes y la suciedad, por eso debemos limpiarlos diariamente e hidratarlos al menos tres veces a la semana.
¡Atrévete a caminar descalza y deja que tus pies respiren!